Sudán no cesará las operaciones de combate hasta que las unidades de Sudán del Sur no se retiren de su territorio, declaró la víspera a la prensa el portavoz de la cancillería sudanesa, Obeid Morawá.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el miércoles pasado una resolución que estipula imponer sanciones económicas y diplomáticas contra Sudán y Sudán del Sur si no cesan las hostilidades en el curso de 48 horas.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Sudán, Sawarmi Khaled Saad, en una declaración para la prensa hecha el viernes pasado dijo que el Ejército de Sudán del Sur sigue permaneciendo en territorio de su país violando dicha resolución de la ONU.
El portavoz de la diplomacia sudanesa a su vez declaró que el cese de las operaciones de combate por parte de Jartum será posible sólo a condición de que el sursudanés Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán se retire del territorio de Sudán.
Las dos partes durante más de tres semanas realizaban intentos de apoderarse de unas áreas petrolíferas fronterizas tras fracasar las negociaciones sobre el pago de compensaciones a Sudán por sufrir daño su economía tras la separación de Sudán del Sur en julio de 2011.
Desde comienzos de 2012, Jartum y Juba han advertido en reiteradas ocasiones sobre la posibilidad de una guerra entre ambos y han cruzado acusaciones de apoyar sendas guerrillas que operan en el territorio de cada uno de los dos Estados.
Presionado por la comunidad mundial, Sudán del Sur retiró sus tropas de la zona petrolífera de Heglig, estado de Kordofán del Sur, una parte de la cual fue ocupada el 10 de abril pasado por el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán. El área de los yacimientos de Heglig, calificada como territorio de Sudán por el Arbitraje de La Haya, proporciona 60 mil de los 115 mil barriles del crudo que Sudán extrae a diario.
Sudán del Sur se independizó en julio de 2011 tras unos decenios de guerra civil librada por los rebeldes sureños contra el Gobierno central de Sudán.
