El Gobierno de Siria remitió el pasado lunes una misiva al Consejo de Seguridad de la ONU en la que responsabilizó a grupos islamistas de la matanza perpetrada en la localidad siria de Hula donde murieron más de cien personas, entre ellas decenas de niños, y varios centenares resultaron heridas.
La carta fue enviada después de que el máximo órgano de seguridad internacional en una reunión extraordinaria celebrada el pasado domingo condenara “en los más firmes términos la muerte de decenas de hombres, mujeres y niños y las heridas de centenares de personas en Hula como resultado de ataques, lanzados también con artillería y tanques, de las tropas gubernamentales contra barrios residenciales”.
En la carta que la cancillería siria difundió la víspera a través de medios oficiales se señala que los atacantes usaron en Hula armas blancas, lo que constituye una “seña de identidad” de los grupos islamistas. Según las autoridades sirias, en la matanza participaron varios centenares de hombres armados.
Damasco negó asimismo la presencia de tanques de su Ejército en la zona en el momento del ataque.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, denunció el pasado sábado un ataque lanzado presuntamente por el Ejército sirio contra el poblado de Hula, en la provincia de Homs. Posteriormente, la misión de observadores de la ONU desplegada en el país árabe confirmó la muerte de más de un centenar de personas en la localidad.
La matanza de Hula ocurrió en vísperas de una visita a Damasco del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, por lo que Rusia planteó la hipótesis de que pudo tratarse de una provocación para hacer fracasar el plan de paz propuesto por Annan.
Desde hace un año, Siria es escenario de enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad y la oposición que causaron más de 9.000 muertos, según estimaciones de la ONU. Por su parte, las autoridades del país reportan más de 2.500 muertos entre militares y agentes del orden público y al menos 3.200 muertos entre la población civil.
A mediados del pasado mes de abril, el primer grupo de observadores de la ONU llegó al país árabe para controlar el alto el fuego declarado como parte del plan de Annan.
