Moscú está dispuesto a estudiar las propuestas de ampliar la misión de observadores encargada de supervisar en Siria el alto del fuego y el cumplimiento del plan del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, anunció anoche el embajador de Rusia ante el organismo internacional, Vitali Churkin.
El diplomático ruso hizo estas declaraciones tras asistir a consultas cerradas en el Consejo de Seguridad que se prolongaron la víspera durante tres horas. Las consultas fueron convocadas a raíz de la reciente matanza en la localidad siria de Hula, en la que en circunstancias no esclarecidas el pasado fin de semana fueron asesinados al menos cien civiles, entre ellos muchos niños.
“Se podría considerar seriamente y estamos dispuestos a estudiar las opciones que nos prometieron exponer próximamente portavoces de la Secretaría de la ONU”, explicó.
Según Churkin, el refuerzo de la misión de observación en Siria es probablemente una “dimensión constructiva” de la labor del Consejo de Seguridad que debe complementar el esfuerzo político global para resolver la crisis siria.
Recordó que este jueves concluye el despliegue de la misión de la ONU en Siria integrada por 300 observadores. Puesto que desarrollan su labor en unas condiciones muy graves, en las consultas se propuso el envío de “cascos azules” de la ONU para garantizar la seguridad de los observadores, agregó Churkin.
El embajador ruso lamentó el escaso avance en el cumplimiento del plan de Annan, de lo que responsabilizó tanto al Gobierno sirio, que sigue utilizando armamento pesado contra núcleos poblados, como a la oposición, que continúa con acciones de guerra y ataques contra las autoridades. También acusó a países como Arabia Saudí o Qatar de suministrar armas a la oposición siria.
“El plan de Annan no lo cumple nadie”, resumió Churkin.
En este sentido, pidió “importantes esfuerzos adicionales” para lograr un progreso en la aplicación del plan de paz y poner fin a la violencia, aunque recalcó en que Rusia continúa rechazando medidas como la imposición de sanciones que, según Moscú, sólo agravaría la situación.
La homóloga estadounidense de Churkin, Susan Rice, reconoció a su vez que Washington tiene pocas esperanzas de que el plan de Annan se cumpla o la presión internacional sobre Damasco dé resultado, y por eso considera como la más probable una solución “al margen del Consejo de Seguridad”.
“En ausencia de esas dos opciones, queda probablemente sólo una alternativa, y es francamente la peor opción, aunque, lamentablemente, en estos momentos parece la más probable”, indicó Rice, quien se refirió así, según analistas, a una intervención militar.
La idea de una posible intervención extranjera en Siria fue planteada el pasado martes por el presidente francés, François Hollande, aunque el líder galo matizó que la apoyaría siempre y cuando estuviera autorizada por el Consejo de Seguridad.
