El Tribunal Constitucional de Egipto anuló la víspera los resultados de la elección de una tercera parte de los diputados de la Asamblea Popular (cámara baja del parlamento), lo que supone la disolución de la cámara baja en su totalidad, comunicó hoy el corresponsal de RIA Novosti.
El portavoz del Constitucional, Maher Sami, dijo que tal decisión se tomó porque fue infringido el principio de conceder posibilidades iguales a los candidatos independientes y los promovidos por los partidos en los distritos electorales independientes.
En el nuevo Legislativo egipcio elegido tras la caída del régimen de Mubarak, un 70% de los mandatos pertenecen a los partidos islámicos. En particular, el de la Libertad y Justicia, brazo político de la organización Hermanos Musulmanes, prohibido durante el gobierno de Mubarak, ocupa más del 45% de los escaños.
Además, el Tribunal Constitucional permitió al último primer ministro de la época de Mubarak, el general Ahmed Shafiq, postularse como candidato a la presidencia, al derogar la ley de la aislación política de los altos funcionarios del viejo régimen.
Tal decisión fue tomada dos días antes de comenzar la segunda ronda de las presidenciales, en que se enfrentarán el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, y el general Ahmed Shafiq.
Mursi comentó las decisiones del Constitucional como apuntadas “contra la revolución egipcia”.
El ex director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Mohamed el-Baradei, a su vez exhortó a las autoridades egipcias a posponer las presidenciales. “La elección del presidente en un país que no tiene Constitución ni parlamento llevaría a obtener un jefe de Estado con facultades que no tenían ni los líderes de los regímenes dictatoriales”, dijo.
