Al menos 50 personas murieron y más de 50 recibieron heridas durante las últimas dos semanas en el estado de Rakhine, oeste de Myanmar, a causa de los enfrentamientos entre los musulmanes y los budistas del país, comunicaron hoy medios noticiosos locales.
Los choque comenzaron luego en una localidad de ese estado fue violada y asesinada una joven budista. La comunidad de los arcanos que profesan el budismo y a la que perteneció la muchacha culpó de ese crimen a los musulmanes rohingya.
El 3 de junio, una muchedumbre budista paró un autobús y mató a diez musulmanes. Días después, miles de musulmanes atacaron barrios budistas de una ciudad y también varias aldeas, prendiendo fuego a las viviendas. Luego comenzaron enfrentamientos con empleo de espadas, navajas y armas de fuego.
Las juntas militares que gobernaron Myanmar de 1962 a 2011 no reconocían a los rohingya como ciudadanos de Myanmar (Birmania antiguamente). Los calificaban como “ciudadanos de Bangladesh con residencia provisional en Myanmar”. En el censo de la población de 1983, los rohingya ni siquiera fueron mencionados entre otras etnias de Myanmar. El próximo censo se efectuará en el país con el apoyo orgánico y financiero de Naciones Unidas.
