Autoridades turcas analizaron en Ankara con el general Manaf Tlass, fugado de Siria a comienzos de este mes de julio, unas variantes de desarrollo de la situación en su país tras la destitución del actual presidente Bashar Asad, comunicaron este viernes medios noticiosos.
El general Tlass, hijo del ex ministro de Defensa sirio Mustafa Tlass y amigo de infancia de Bashar Asad, tuvo a su mano una brigada elitista. Pero hace cerca de un año fue destituido de su cargo por criticar los métodos utilizados por los dirigentes del país en la lucha contra el creciente movimiento de protestas en Siria.
Según el diario turco Milliet, Tlass y el canciller turco Ahmet Davutoglu analizaron los últimos acontecimientos en Siria, las perspectivas de desarrollo de la situación tras la probable caída del régimen actual y la posibilidad de pasar varios distritos fronterizos bajo control de los kurdos sirios vinculados con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), con base en Irak del Norte.
El general informó en detalle a las autoridades turcas sobre la estructura del Ejército sirio y su potencial, así como sobre los lugares de almacenamiento del arma química y sus volúmenes. Al mismo tiempo declaró que es inadmisible la repetición del guion iraquí en Siria.
Anteriormente, Ankara propuso crear en Siria un Gobierno de transición encabezado por Tlass. El propio general confirmó su disposición a elaborar una “hoja de ruta” sobre el arreglo de la crisis en Siria. Dijo que cooperaría con los representantes del opositor Consejo Nacional Sirio y de las actuales autoridades, cuyas manos no estén manchadas de sangre.
Según noticias de última hora, la delegada de la provincia siria de Alepo (norte del país) en el parlamento, Ikhlas al-Badawi, se fugó a Turquía. “Crucé la frontera turca para escapar de ese régimen tiránico que comete represiones contra su pueblo y recurre a torturas”, declaró.
En esta semana, del lado de la oposición pasaron el embajador de Siria en los Emiratos Árabes y su esposa, que ejercía el cargo de de encargada de asuntos de la embajada de siria en Chipre.
Los enfrentamientos entre la oposición armada y las fuerzas leales a Asad causaron más de 17.000 víctimas desde marzo de 2011, según declaró el 19 de julio el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, Néstor Osorio, embajador de Colombia ante Naciones Unidas.
Los países occidentales insisten en la dimisión de Asad, sosteniendo que eso llevará al cese de la violencia. Pero Rusia y China temen que tal desarrollo de la situación provoque una guerra civil y hasta un conflicto regional.
