Las autoridades de Israel autorizaron, por primera vez en los últimos 15 años, la construcción de un nuevo asentamiento en una zona ocupada de Jerusalén Este, informó la ONG Terrestrial Jerusalem dedicada al seguimiento de la colonización israelí.
El Ayuntamiento de Jerusalén aprobó ayer el proyecto para construir 2.612 unidades de vivienda, casas unifamiliares y pisos, en el área de Givat Hamatos, situada entre la ciudad palestina de Belén y el barrio árabe de Beit Safafa, y poblada actualmente por varias decenas de familias judías y palestinas.
“Givat Hamatos es la primera colonia israelí que se construye en Jerusalén Este desde la construcción de Har Homa en 1990… Las obras, privadas o públicas, podrían comenzar en cuestión de meses”, indicó la ONG.
De acuerdo a sus informaciones, se espera próximamente la aprobación de las tres siguientes fases del proyecto que prevén la construcción de 1.362 unidades de vivienda y 1.100 plazas hoteleras.
Según medios locales, el Ministerio de Construcción y Vivienda de Israel publicó la víspera licitaciones para la construcción de 1.048 viviendas en otras zonas ocupadas de Jerusalén y en varios asentamientos en Cisjordania.
En los últimos tres días, Israel anunció los planes de construir 5.158 nuevas viviendas para los colonos judíos, de las que un 80% corresponde a Jerusalén Este que los palestinos consideran la capital de su futuro Estado.
Ante este anuncio, el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó a Tel Aviv a detener la colonización de los territorios palestinos ocupados.
“Ninguna de las partes debe dar pasos de provocación… Pido al Gobierno israelí a evitar medidas de creación de asentamientos”, declaró anoche el titular de la ONU.
Al llamamiento de Ban se sumaron los miembros del Consejo de Seguridad que celebró la víspera una reunión. En particular, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, subrayó en declaraciones a la prensa que la colonización israelí “no solo repercute negativamente en el clima de las relaciones palestino-israelí, sino también pone en peligro la solución de los dos Estados”.
Israel recuperó sus planes de ampliar las colonias en los territorios ocupados después de que Palestina obtuviera en noviembre pasado el reconocimiento como Estado observador en la ONU. Otra de las medidas de “castigo” por parte de Tel Aviv fue suspender la transferencia de los fondos recaudados en nombre de la Autoridad Nacional Palestina.
