El político israelí Yair Lapid, líder del partido Yesh Atid que consiguió el segundo mejor resultado en las elecciones del pasado martes, rechazó la propuesta de formar gobierno sin el partido del actual primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“He oído hablar del bloque obstruccionista y quiero dejar claro ahora mismo: pues va a ser que no… El resultado de las elecciones está bien claro y actuaremos en consecuencia”, declaró tajante el experiodista.
El éxito electoral con el que debutó Yesh Atid (Hay Futuro), un partido de reciente creación, en las legislativas se convirtió en la mayor sorpresa de estos últimos comicios y alimentó las esperanzas de la izquierda israelí de crear una coalición de Gobierno sin Netanyahu y su alianza Likud-Beitenu que obtuvo el mayor número de votos. Sin embargo, la negativa de Lapid echa por tierra estos planes.
Yesh Atid se posiciona como una formación anticlerical y apela a la clase media. Aunque se considera afín a la centroizquierda, hizo su primera campaña electoral bajo lemas sociales y económicos que a penas se diferencian de los proclamados por el primer ministro. El propio Lapid nunca ha descartado entrar en el Gabinete de Netanyahu, con la condición de que los cargos que reciban él y sus compañeros no sean nominales.
Benjamín Netanyahu proclamó la noche del martes a su alianza Likud-Beitenu vencedora de las elecciones y prometió formar un Gobierno que agrupe al mayor número posible de fuerzas políticas. En particular, se mostró dispuesto a colaborar con Yesh Atid.
El presidente israelí, Simón Peres, es a quien corresponde, según la legislación israelí, designar al encargado de formar un nuevo Ejecutivo. Para ello, deberá mantener consultas con los partidos que han pasado al Legislativo. El puesto de primer ministro se ofrece tradicionalmente al líder del partido ganador.
