El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, criticó duramente a su homólogo de Turquía, Tayyip Erdogan, por una declaración en que equiparar el sionismo con el fascismo, según la prensa.
Al visitar Austria, Erdogan dijo que “islamofobia inevitablemente se considerará crimen contra la humanidad, como ocurrió al sionismo, al antisemitismo y al fascismo”.
Netanyahu intervino en favor de la ideología oficial del Estado judío, el sionismo. “Son declaraciones mentirosas y absurdas, de una índole que se pensaba superada en nuestra época”, dijo.
El sionismo es una concepción ideológica y un movimiento político. Proclama como objetivo la reunificación y el renacimiento del pueblo judío en su patria histórica.
Las declaraciones de ambos primeros ministros son una prueba de la profunda crisis que surgió en las relaciones entre Israel y Turquía, hasta hace poco aliados estratégicos.
El distanciamiento se produjo tras reorientar Ankara su política exterior desde la integración en Europa hacia el fortalecimiento de posiciones del mundo arabo-musulmán.
El enfriamiento de relaciones alcanzó su punto máximo en mayo de 2010, cuando la Flotilla de la Libertad que se dirigía para romper el bloqueo impuesto a la Franja de Gaza fue atacada por comandos israelíes, a raíz de lo cual murieron nueve activistas turcos.
