El titular de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jin, anunció hoy que el Ejército del país trabaja en un plan de “disuasión activa” que incluye un ataque preventivo ante signos de una ofensiva inminente por parte de su vecino del norte, informó la agencia surcoreana Yonhap.
Al presentar el plan ante la presidenta del país, Park Geun-hye, el ministro explicó que se creará un sistema para neutralizar rápidamente “las amenazas de un ataque nuclear o con misiles por parte de Corea del Norte”. Además, se acelerará el despliegue de un moderno sistema antimisiles bautizado Kill chain cuya puesta en servicio operacional estaba prevista inicialmente en 2015.
Por otro lado, según Kim Kwan-jin, Corea del Sur cooperará con EEUU en el ámbito de los sistemas de seguridad en el ciberespacio, la protección de la información y el uso de la tecnología punta en este campo.
A su vez, la presidenta surcoreana Park Geun-hye, ordenó que el Ejército responda “con fuerza y sin ninguna consideración política” ante provocaciones norcoreanas, comunicó Yonhap.
Entretanto, la prensa internacional informó que dos cazas de quinta generación F-22 Raptor adscritos a la base estadounidense en Okinawa aterrizaron hoy en Corea del Sur para participar en los ejercicios Foal Eagle. Aunque no es la primera vez los F-22 intervienen en estas maniobras anuales, su llegada en esta ocasión podría incrementar aún más la tensión que vive en estos momentos la península coreana.
Anteriormente, la participación en los ejercicios de los bombarderos estratégicos B-52 y B-2 Spirit desató la ira del régimen norcoreano, que declaró nulo el armisticio de 1953 con Corea del Sur, apuntó sus misiles contra las bases estadounidenses en el Pacífico y advirtió sobre el riesgo de una guerra nuclear en la península.
El pasado sábado, tras una campaña de amenazas casi diarias contra Seúl y Washington, Pyongyang anunció que entraba en un “estado de guerra” con su vecino del sur y que por tanto actuaría en consecuencia ante “provocaciones enemigas”.
