Irán instaló en lo que va del año unas 700 centrifugadoras modernas en sus plantas de enriquecimiento de uranio, informó hoy la agencia AP que cita a tres diplomáticos de Viena, sede del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El número de centrifugadoras iraníes aumentó en unas 100 desde mediados de abril. Las nuevas máquinas son supuestamente del modelo IR-2m, capaces de enriquecer uranio dos-cinco veces más rápido que los equipos de generación anterior, según estas fuentes que representan a tres países diferentes, todos miembros del OIEA.
Las nuevas centrifugadoras, aparentemente, todavía no están operativas y algunas ni siquiera se han instalado del todo.
La portavoz del OIEA, Gill Tudor, y el representante iraní ante esta entidad, Ali Asghar Soltanieh, rehusaron comentar la noticia a la espera de un informe oficial que, según las expectativas, el OIEA divulgará este miércoles.
Este informe, al que tuvo acceso Reuters, constata que Irán instaló en Natanz un total de 689 centrifugadoras IR-2m (509 de ellas, desde febrero), así como equipos del modelo anterior, IR-1. Se estima que la planta, situada en la provincia de Isfahan, dispone de 13.550 centrifugadoras.
A finales de enero pasado, Irán notificó al OIEA la intención de equipar con las máquinas IR-2m su principal planta de enriquecimiento de uranio, en Natanz. Y en menos de un mes instaló 180 centrifugadoras, de acuerdo con un informe que inspectores del OIEA presentaron en febrero.
El responsable del programa nuclear iraní, Fereidoun Abbasi, dijo este año que Irán ya fabricó más de 3.000 centrifugadoras modernas para reemplazar los equipos de la generación anterior.
El Gobierno iraní estima que se requieren unas 50.000 centrifugadoras para abastecer de combustible sus futuras centrales nucleares.
Teherán sostiene que enriquece uranio con fines exclusivamente pacíficos pero EEUU y sus aliados temen que pueda enriquecerlo hasta un nivel suficiente para la fabricación de armas nucleares.
