La vigilancia secreta de comunicaciones en EEUU permitió frustrar decenas de atentados, afirmó el director general de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Keith Alexander ante el Senado estadounidense.
“Estos programas ayudaron a evitar decenas de atentados terroristas”, anunció Alexander.
Previamente, los servicios secretos organizaron una reunión con los congresistas sobre los programas de vigilancia revelados la semana pasada para convencerles de su legalidad. Sin embargo, los legisladores se declararon “sorprendidos” por la envergadura del espionaje.
“Lo que nos contaron supera con creces lo que se puede ver en los medios”, constató la demócrata Loretta Sanchez.
La difusión de la información, filtrada por Edward Snowden a los periódicos The Guardian y The Washington Post, sobre la vigilancia de las llamadas y los datos de Internet por los servicios de Inteligencia provocó controversia en EEUU.
Varios congresistas y defensores de los Derechos Humanos acusaron a las autoridades de entremeterse en la vida privada de los ciudadanos que respondieron inculpando a los periodistas de minar la seguridad nacional.
Al mismo tiempo, el subdirector de la CIA, Michael Morell, anunció este miércoles su dimisión, sin evocar los motivos. El presidente de EEUU, Barack Obama nombró a Avril D. Haines, que ocupa el cargo de asesora legal del Departamento de Estado, para sustituirlo.
Mientras tanto, la eurocomisaria de Justicia y Derechos Fundamentales Viviane Reding, envió al fiscal general de EEUU, Eric Holder, una carta exigiendo explicaciones sobre el registro de datos de Internet en el marco de programas de tipo PRISM y las leyes que lo permiten.
Las autoridades europeas desean saber cuanto antes si la vigilancia atañe a los ciudadanos de EU y de ser así cuáles son los criterios del registro de datos.
