La victoria del reformista Hasán Rohaní en las elecciones presidenciales de Irán obligará a Occidente a buscar una solución pacífica al problema nuclear iraní, declaró hoy Mijaíl Marguélov, jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación de Rusia.
“La presencia de un presidente de tendencia liberal obligará a Occidente a buscar una solución pacífica al problema (nuclear), sin aludir a los posibles bombardeos de las instalaciones nucleares”, declaró Marguélov al describir a Rohaní como “un liberal moderado” en el escenario político iraní.
Sin embargo, el senador ruso duda que haya avances sustanciales en el dossier nuclear de Irán teniendo en cuenta que el programa nuclear “casi se ha convertido en una idea nacional”.
“El nuevo presidente es una antítesis a Ahmadineyad, y por tanto habrá correcciones del curso, ya que su predecesor le dejó una herencia muy complicada”, dijo Marguélov al destacar sobre todo la precaria situación económica de Irán que no puede atribuirse, según el, a tan solo las sanciones internacionales.
Mientras, Washington ya expresó a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, la disposición a sostener negociaciones directas con Teherán para buscar una solución diplomática que “disipe las preocupaciones de la comunidad internacional con respecto al programa nuclear de Irán”.
De una manera parecida se pronunció el titular de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, al declarar que Berlín espera que el nuevo líder iraní contribuya a la solución del problema nuclear para “conseguir sin más dilación una atenuación del conflicto por vía diplomática”.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, declaró por su parte que confía en encontrar pronto una solución diplomática al problema nuclear iraní.
Entretanto, el premier ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, llamó hoy a la comunidad mundial a mantener la presión sobre Teherán al recordar que no es el presidente sino el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien define la política en el ámbito nuclear. “La comunidad internacional no debe caer en un error y relajar la presión sobre Irán”, advirtió.
EEUU, Israel y varios países de Occidente sospechan que Irán desarrolla armas nucleares bajo la cobertura de un programa civil de energía atómica. Teherán rechaza esas acusaciones, afirmando que solo busca satisfacer la creciente demanda energética del país.
Varios Estados y organizaciones internacionales, incluida la ONU, aprobaron resoluciones con sanciones contra la República Islámica, exigiendo que garantice la transparencia plena de su programa nuclear y demuestre su carácter pacífico.
