El presidente de Siria, Bashar Asad, rechazó hoy las acusaciones sobre el empleo del armamento químico, prohibido por convenciones internacionales, contra la oposición y advirtió que Europa pagará muy caro si arma a los rebeldes.
"Si París, Londres y Washington tuviesen una sola prueba de sus afirmaciones (sobre el uso del arma química por el Ejército sirio), la habrían presentado a la comunidad mundial", dijo el líder sirio entrevistado por el periódico alemán Frankfurter Allgemeinen.
Al mismo tiempo advirtió que Europa pagará muy caro por el suministro de armas a los rebeldes, si toma tal decisión. Señaló que “los terroristas con experiencia de librar combates y armados con una ideología extremista volverán a Europa”.
Asad calificó a los rebeldes como terroristas y negó ser culpable por la escalada del conflicto en Siria.
Los cancilleres de los países de la UE reunidos el 27 de mayo pasado no lograron acordar la prórroga ni la anulación del embargo sobre el suministro de armas a Siria, lo cual de hecho significa su cancelación. Los países europeos no planean suministrar armas a Siria en los próximos meses, pero no descartan hacerlo en el futuro.
También EEUU anunció la semana pasada su disposición a prestar ayuda militar a la oposición siria.
