Publicado a las 10.54 GMT; actualizado a las 12.20 GMT
El avión de la aerolínea rusa Aeroflot que, según las expectativas, iba a trasladar a La Habana a Edward Snowden, salió hoy del aeropuerto Sheremetievo de Moscú, sin que los múltiples periodistas que hicieron reservas urgentes para el mismo vuelo hayan confirmado la presencia del exagente de la CIA a bordo.
El Airbus-330-200, cuya salida estaba programada para las 14.05 hora Moscú (10.05 GMT), partió con 10 minutos de retraso. A los reporteros que habían intentado sacar fotos de la aeronave antes del despegue, les exigieron borrar las imágenes, so pena de requisar los móviles.
Una fuente del aeropuerto Sheremetievo dijo a RIA Novosti que “Snowden hizo el check-in pero no entró en el avión y se quedó en la zona de tránsito”.
Se suponía que el vuelo a La Habana iba a ser una escala camino de Ecuador, a cuyas autoridades Snowden había solicitado desde Moscú asilo político.
El exagente llegó la víspera a la capital rusa proveniente de Hong Kong. La Justicia estadounidense le incrimina tres delitos, cada uno de los cuales podría costarle hasta 10 años de cárcel. Todos están relacionados con la filtración de datos secretos sobre un programa estadounidense de cibervigilancia masiva.
La portavoz del Consejo estadounidense de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden, dijo la víspera que el Gobierno ruso debería “considerar todas las opciones disponibles para enviar al Sr. Snowden de vuelta a EEUU para que responda ante Justicia por los crímenes que se le imputan”.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó hoy, de visita en Nueva Delhi, que Snowden traicionó a su país.
“Sería muy decepcionante, si a él le hubiera permitido deliberadamente subir a bordo de un avión”, comentó Kerry. Agregó que “habría, sin duda alguna…consecuencias”.
El subjefe del comité de asuntos internacionales en el Parlamento ruso, Leonid Kaláshnikov, señaló entretanto que Snowden “no es un refugiado político sino humanitario” y lo comparó con “científicos que primero crearon la bomba atómica y luego ayudaron al traspaso de este secreto a la URSS”. Rusia, en su opinión, debía haber ofrecido asilo político a Snowden.
