El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, anunció la formación del Alto Comité de Reconciliación Nacional, que analizará las enmiendas a la Constitución, después de que nuevos choques entre sus seguidores y detractores se saldaran ayer con una víctima mortal y dos centenares de heridos.
“Llamo a todas las fuerzas políticas a contribuir (a la labor del Comité)”, dijo Mursi en un mensaje televisado a la nación después de que disturbios violentos sacudieran la ciudad de Mansura, en el Delta del Nilo.
En su discurso, que se prolongó por más de dos horas y media, Mursi hizo un balance del primer año de su período presidencial admitiendo haber cometido algunos “errores que a nadie son ajenos”.
Desde hace dos semanas, se han vuelto más frecuentes los choques entre los seguidores y los opositores a Mursi. Ante la creciente tensión, el Ejército advirtió que intervendrá sin falta en caso de desórdenes masivos y tomó bajo su control las instalaciones estratégicas del país. En la capital egipcia y sus suburbios ya se ven unidades de operaciones especiales y vehículos blindados.
La oposición anunció la semana pasada que había reunido más de 15 millones de firmas en apoyo de la destitución de Mursi, casi 2 millones más que los votos que lo llevaron al poder el año pasado.
Ahora los activistas planean enviar la petición “de retirada de la confianza al presidente” a instancias judiciales. Además, convocaron para el próximo 30 de junio, cuando se cumplirá un año de la investidura de Mursi, una protesta “millonaria” que planean llevar a cabo frente a la residencia presidencial.
Mientras tanto, los movimientos Hermanos Musulmanes y Al-Gama al-Islamiya amenazaron con recurrir a fuerza “para proteger al presidente legítimo” y el islam.