El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, llamó a poner fin a la violencia en Egipto, donde los desórdenes se saldaron el viernes y el sábado pasados con al menos 80 muertos y 792 heridos, según datos del Ministerio de Sanidad.
“Llamo a los bandos a buscar una solución política y segura para que Egipto reanude su transición pacífica e integral hacia la democracia, el constitucionalismo y la reconciliación”, declaró Schulz este domingo al afirmar que está estupefacto ante el número de víctimas mortales entre manifestantes en Egipto.
Asimismo, llamó a las autoridades interinas de Egipto a liberar al expresidente depuesto Mohamed Mursi y a sus asesores así como a otros presos políticos.
Según últimos datos de Sanidad, al menos 72 personas murieron y otras 292 resultaron heridas en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en El Cairo. Otros ocho muertos y 194 heridos se registraron en Alejandría.
El Ministerio del Interior de Egipto responsabilizó de la violencia a los movimientos islamistas, seguidores del presidente depuesto Mursi, y afirmó que sus agentes habían recurrido únicamente al gas lacrimógeno mientras que fueron los civiles que emplearon armas de fuego.
Los líderes islamistas a su vez denunciaron el “exterminio masivo” de manifestantes. El movimiento Hermanos Musulmanes informó en su web de centenares de muertos y miles de heridos entre sus seguidores.
El vicepresidente interino de Egipto, Mohamed el Baradei, condenó la violencia y el “uso excesivo de la fuerza” a través de su cuenta de Twitter y se comprometió a seguir buscando una solución pacífica a la situación. No precisó, sin embargo, a quiénes responsabiliza del derramamiento de sangre.
Anteriormente, expresaron su condena a la nueva ola de violencia en Egipto el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y el Secretario de Estado de EEUU, John Kerry.