Las autoridades de Egipto dieron por “fallidas” hoy las gestiones internacionales para el arreglo de la crisis política en el país y culparon del fracaso al movimiento de los Hermanos Musulmanes, que mantiene protestas callejeras tras la deposición del presidente islamista Mohamed Mursi.
“Los esfuerzos diplomáticos han terminado hoy. El Estado permitió agotar todos los esfuerzos necesarios para instar a los Hermanos Musulmanes y sus partidarios a que rechacen la violencia, prevengan el derramamiento de sangre y pongan fin a la división de la sociedad egipcia cuyo futuro usan como rehén”, señala una declaración emitida por la oficina del presidente interino, Adli Mansur.
El documento, citado por el diario Ahram Online, destaca que los Hermanos Musulmanes y sus aliados “son totalmente responsables del fracaso y lo que siga”.
Según la prensa internacional, más de 250 personas murieron a raíz de los enfrentamientos en Egipto después de que los militares apartaran del poder al presidente Mursi para imponer su hoja de ruta, incluido el nombramiento de Mansur y la formación de un Gabinete interino.
Uno de los mediadores internacionales, el secretario de Estado adjunto de EEUU, William Burns, ya abandonó El Cairo. El representante especial de la Unión Europea para el Sur del Mediterráneo, el español Bernardino León, todavía permanece en Egipto.
“Seguiremos haciendo cuanto está a nuestro alcance para alentar a la gente a que mantenga el diálogo”, declaró el portavoz de la UE, Michael Mann. Es importante que Egipto vuelva a la transición democrática, agregó.
