Los jefes de la diplomacia de EEUU y de la Unión Europea, John Kerry y Catherine Ashton, emitieron anoche una declaración conjunta en que instaron a Egipto a poner fin a la violencia.
“Nos pronunciamos firmemente contra la violencia, respaldamos el derecho a las protestas no violentas, sosteniendo que el progreso puede llegar a Egipto solo mediante un proceso político que garantice a todos los partidos una competición equitativa”, señalaron.
Dijeron también lamentar que el Gobierno de transición y los líderes de la oposición de Egipto no hayan encontrado camino que permita salir del punto muerto peligroso en que se vio el país y aceptar medidas de recuperación de la confianza.
Señalaron que el Gobierno formado tras el golpe militar del 3 de julio asume una responsabilidad especial sobre la situación que vive Egipto. Alertaron que existe riesgo de un derramamiento de sangre y la polarización de las fuerzas políticas.
Las autoridades de Egipto dieron ayer por concluidos los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis que atraviesa el país y pidieron a los partidarios del presidente Mursi derrocado que abandonen las acampadas que mantienen en El Cairo.
Pese a estas advertencias, los islamistas convocaron nuevas protestas para este jueves.