El soldado Bradley Manning, filtrador del portal WikiLeaks, fue condenado a 35 años de cárcel por un tribunal militar de EEUU, informaron hoy agencias.
Manning, de 25 años, se enfrentaba a una pena máxima de 90 años de cárcel por más de 20 delitos, entre ellos espionaje, robo y fraude informático.
Tras el dictamen de la sentencia, esta pasará automáticamente al Tribunal de Apelaciones del Ejército de EEUU.
WikiLeaks celebró la decisión del tribunal y calificó la condena de Manning como “una victoria estratégica”.
“Podrá salir en libertad en menos de nueve años”, según la web de filtraciones.
A pesar de las exigencias de la Fiscalía, el juzgado absolvió al filtrador de la acusación más grave que afrontaba, la de “ayuda al enemigo”. No obstante, la sentencia prevé la expulsión con deshonor de Manning del Ejército estadounidense.
La semana pasada, el exanalista militar de EEUU se disculpó por el daño causado a su país con la entrega de más de 700.000 documentos clasificados a WikiLeaks.
Esta web de filtraciones sospecha que, para conseguir esas disculpas, las autoridades estadounidenses gastaron millones de dólares y mantuvieron a Manning tres años en una celda solitaria, en condiciones “crueles e inhumanas”.
Nada más conocerse la noticia, la Cancillería rusa manifestó a través de un comunicado que la condena de Manning, aparte de ser una muestra de "doble rasero", no hace más que demostrar el carácter infundado de la aspiración de EEUU de proclamarse líder en el ámbito de los derechos humanos.
Según la nota, Manning destapó las infracciones cometidas por militares estadounidenses en Irak y Afganistán, que ya denunciaban muchas organizaciones de derechos humanos. Añade que a pesar de todo el revuelo causado por las filtraciones, nadie en EEUU fue procesado en relación con esos abusos.
