El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, incriminó al régimen de Bashar Asad el ataque químico en un suburbio de Damasco que, según un informe de inteligencia desclasificado hoy, causó el pasado 21 de agosto la muerte de 1.429 personas, entre ellas al menos 426 niños.
Kerry, quien calificó lo ocurrido de “crimen contra la humanidad”, recordó que el régimen sirio había recurrido al uso limitado de armas químicas en varias ocasiones anteriores.
Los datos que obran en poder de los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan a que los misiles con agente nervioso fueron disparados únicamente desde las posiciones controladas por los rebeldes y cayeron únicamente en las posiciones de los rebeldes, dijo el secretario de Estado. Esta información, según el informe de inteligencia, fue obtenida por vía satelital. Además, al ataque le precedieron tres días de preparativos.
El presidente Barack Obama, según él, mantendrá consultas con el Congreso acerca de si conviene usar la fuerza contra Damasco, y en caso de que sí, cuándo hacerlo.
De todas formas, Kerry señaló que se trata de una respuesta limitada, "a la medida", para castigar a los responsables, y que el arreglo de la crisis en Siria ha de ser político.
Una encuesta divulgada hoy por la cadena NBC News evidencia que el 79% de los estadounidenses insisten en pedir la autorización del Congreso para una posible intervención militar en Siria.
Mientras, la misión de expertos internacionales que investigó el supuesto uso de armas químicas cerca de Damasco concluyó hoy la recogida de muestras y planea abandonar Siria el sábado, según Martin Nesirky ,portavoz del secretario general de la ONU.
