El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, declinó la solicitud de Rusia de que sus representantes se reúnan con el Congreso estadounidense para analizar la crisis siria.
Según la cadena CNN, el líder congresista calificó la petición rusa como un intento de presionar al Congreso de EEUU y al presidente Obama respecto a la intervención en Siria.
Con anterioridad, la presidenta del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, Valentina Matvienko, instó al líder de la mayoría demócrata en el Senado de EEUU, Harry Reid, a celebrar una reunión de legisladores rusos y estadounidenses para discutir la situación en Siria.
En su mensaje a Reid, Matvienko insistió en que las vías diplomáticas de solución de la crisis siria aún no se han agotado, y pidió “hacer lo posible para evitar que los dramáticos acontecimientos sirios deriven en una catástrofe regional a gran escala”.
La propuesta de diálogo coincide con el inicio de los trámites en el Congreso de EEUU de una resolución que da luz verde a la intervención militar en Siria. El miércoles, el proyecto de resolución fue aprobado por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado tras una reñida votación de 10 votos a favor y 7 en contra.
En una primera reacción, el vicepresidente del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma de Estado de Rusia, Alexandr Romanóvich, calificó de “insensata” la negativa del Congreso de dialogar con sus colegas rusos.
“A falta de opinión propia, buscan mostrar por todos los medios mostrar su actitud negativa hacia la posición rusa y hacia la propia Rusia”, acotó el diputado. A su juicio, los congresistas estadounidenses se dejan manejar por la Casa Blanca.
Entretanto, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aseguró la víspera en el Congreso que la posible operación militar contra el régimen de Bashar Asad no conducirá a un enfrentamiento con Rusia. “Hablé con el presidente Putin y el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov, y garantizaron que la escalada del conflicto no llegará hasta ese nivel”, dijo.
“Los buques de guerra rusos en el Mediterráneo permanecerán a una distancia considerable”, aseveró.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto Martin Dempsey anunció que la valoración de la posible respuesta de Rusia será presentada a los congresistas en una sesión a puerta cerrada.
