El cierre parcial de los departamentos y agencias federales de la Administración estadounidense que la Casa Blanca ordenó desde el martes, costará a las arcas del Estado unos 300.000 millones de dólares diarios o cerca de 1.600 millones a la semana.
Así se desprende de un informe publicado por IHS Global Insight, una empresa internacional especializada en análisis y previsiones financieras. Al mismo tiempo, la compañía indica que se trata de un porcentaje mínimo del PIB norteamericano que asciende actualmente a unos 16 billones de dólares.
“Aunque los 300 millones de dólares diarios parecen una cifra importante, son tan solo un par de milésimas del PIB total”, aseguró Paul Edelstein, director de Estudios Financieros y Económicos de IHS Global Insight, citado por la cadena NBC.
No obstante, incluso un cierre administrativo semanal podría provocar que el PIB caiga entre el 0,2% y el 2,2% en tasa anual, advierte la empresa, y el principal riesgo para la economía de EEUU no es una disminución de los ingresos, sino la pérdida de confianza de los inversores y empresarios.
La Casa Blanca anunció la medianoche del lunes el cierre parcial de la Administración federal debido a la falta de acuerdo en el Congreso sobre el presupuesto para financiar las operaciones de los departamentos y agencias federales en el nuevo ejercicio fiscal que arrancó el 1 de octubre.
La drástica medida se aplica por primera vez en los últimos 17 años y afecta directamente a unos 800.000 funcionarios estadounidenses que desde ayer tienen vacaciones forzadas y sin paga por tiempo indefinido.
La Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, fracasó la víspera en su intento de desbloquear la financiación de varios organismos federales, al no reunir los dos tercios de los votos exigidos.
Previamente, la mayoría republicana de la Cámara baja intentó introducir en la ley de presupuesto modificaciones para dejar sin financiación la reforma sanitaria promulgada por Obama en 2010 y que entró en vigor parcialmente el martes. Los tres intentos realizados a lo largo de los últimos días fueron rechazados por el Senado donde los correligionarios demócratas del presidente tienen la mayoría.
