La Cámara de Representantes del Congreso de EEUU aprobó una resolución en la que condenó la actuación rusa en Ucrania e instó a expulsar a Rusia del G8 e imponer contra este país sanciones económicas y de visado.
El documento, no vinculante, fue respaldado el martes por una aplastante mayoría de los congresistas, con 402 votos a favor y siete en contra. Llama también a que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa envíe observadores a Crimea y otras regiones ucranianas, y que la OTAN suspenda la cooperación militar y en particular la venta de armas a Rusia.
Según el texto, la Administración estadounidense debería imponer, junto con la Unión Europea, “sanciones de visado, financieras, comerciales y de otro tipo contra altos funcionarios, bancos estatales, organismos comerciales y agencias públicas” rusas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió con anterioridad de que, de aprobarse sanciones contra su país, el daño sería recíproco debido a las “interrelaciones e interdependencias del mundo contemporáneo”.
Por otro lado, la resolución pide que la Casa Blanca preste ayuda económica al nuevo Gobierno de Ucrania y que apoye sus esfuerzos por reducir la dependencia energética del país vecino.
Al comentar posible asistencia financiera de EEUU a las nuevas autoridades ucranianas, el presidente del país eslavo, Víctor Yanukóvich, subrayó que la legislación estadounidense prohíbe “asignar fondos a bandidos”. Por su parte, Moscú instó ayer a Washington a que piense en las consecuencias de su apoyo incondicional a los radicales en Ucrania.