El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, tachó hoy de infundadas las preocupaciones de que en el sureste de Ucrania pueda repetirse el “guión crimeo”.
“No tenemos ni la más mínima inclinación a conseguir que en el sureste de Ucrania se repita el llamado ‘guión crimeo’. No hay ningún motivo para tales preocupaciones”, dijo Riabkov en una entrevista a la web Gazeta.ru.
Señaló que “simplemente es necesario asegurar” que los habitantes del sureste de Ucrania “disfruten de la participación adecuada en la determinación del futuro de su país”. “Es una aspiración absolutamente normal, natural y fundamental para todo proceso democrático”, indicó el vicecanciller ruso.
Subrayó que “lo sucedido en Crimea” y su reincorporación a Rusia en marzo pasado fue “un choque demasiado fuerte para nuestros socios occidentales y por tanto no pudieron asumir la situación tal y como era”. “No lo pueden aceptar y es posible que vean un presagio de algo similar en la situación en el sureste de Ucrania”, estimó Riabkov.
Asimismo, censuró los intentos de comparar a los manifestantes de Donetsk con los terroristas y separatistas que combatieron contra Rusia en las Guerras de Chechenia.
“No creo que los manifestantes de Donetsk y Slaviansk sean separatistas. Son personas que exigen respeto incondicional a sus derechos en todos los ámbitos, incluidos los del idioma, acceso a la información, etc. Aspiran a una representación de sus intereses y de los intereses económicos de sus regiones a la hora de examinar los asuntos de la agenda nacional ucraniana”, declaró el viceministro.
Añadió que “los que combatieron en Chechenia contra el Ejército ruso no solo proclamaron la secesión del territorio sino recurrieron al terrorismo”.
“Recordamos los acontecimientos sangrientos de los años 1990 y 2000 en varias regiones de Rusia. En este caso son inadmisibles los paralelismos”, apuntó el diplomático.
El sureste de Ucrania, en particular las provincias de Donetsk, Lugansk y Járkov, son desde marzo pasado escenario de protestas a favor de la federalización de Ucrania. Las nuevas autoridades de Kiev, en el poder desde febrero pasado, las consideran un brote de separatismo.
