Bocharov Ruchei (Rusia), 12 de agosto, RIA Novosti. El presidente Dmitri Medvédev admitió hoy que el alcoholismo adquirió las dimensiones de un cataclismo nacional en Rusia.
El Gobierno ruso recrudeció en los últimos años el reglamento de producción y comercio de bebidas alcohólicas, impuso fuertes restricciones en materia publicitaria e introdujo penas más drásticas por conducir en estado de embriaguez pero "nada ayuda" y "no se ven cambios algunos", manifestó Medvédev al inaugurar una reunión especial sobre este tema en Bocharov Ruchei, residencia veraniega del presidente ruso cerca de Sochi, a orillas del Mar Negro.
"Francamente dicho, el alcoholismo adquirió el carácter de catástrofe nacional en nuestro país", declaró al recordar que el consumo de alcohol puro en Rusia, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad y Desarrollo Social, ronda 18 litros anuales por habitante, incluidos ancianos y niños, el doble en comparación con el nivel que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como peligroso para la vida humana.
El presidente subrayó que, para erradicar este mal, será necesario conducir "una lucha sistemática y a largo plazo", combinar medidas restrictivas con campañas de concienciación y propaganda, así como mejorar las condiciones de vida.
"Resulta imposible vencer el alcoholismo en un país pobre", dijo. Al mismo tiempo, reconoció que los rusos tomaban menos en la década del 90, cuando vivían peor.
El objetivo prioritario, a juicio de Medvédev, es "frenar el creciente consumo de alcohol entre los jóvenes".
