El portavoz del Patriarcado de Moscú, arcipreste Vsévolod Chaplin, al comentar a RIA Novosti la entrega del Premio Nobel por estudios en materia de fecundación extracorporal, dijo que la Iglesia no ve nada malo en las nuevas tecnologías médicas si su aplicación no viola las normas morales tradicionales.
“La fecundación in vitro no tiene nada de reprobable si se realiza en el contexto de una unión conyugal y no sirve para obtener los llamados embriones sobrantes condenados a morir”, dijo el portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Según Chaplin, el surgimiento del mercado de embriones y de esperma mina las bases morales del matrimonio y de la persona.
El científico británico Robert Edvards fue declarado ayer ganador del Premio Nobel de Medicina de 2010 por sus logros en materia de fecundación extracorporal. El primer niño vio la luz en 1978 con la ayuda de esa tecnología y hasta la fecha nacieron 4,3 millones de personas.