El Gobierno ruso deberá pagar una indemnización sin precedentes - 1,72 millones de euros – por los bombardeos aéreos que en febrero de 2000 provocaron al menos 46 víctimas mortales civiles en la aldea chechena de Katir-Yurt, de acuerdo con una resolución divulgada la víspera por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo.
El Tribunal decidió que “el uso de bombas aéreas contra localidades sin evacuación previa de civiles es incompatible con el grado de seguridad que en una sociedad democrática se espera de los cuerpos del orden y la justicia”. Siete magistrados, entre ellos, el ruso Anatoli Kóvler, resolvieron de forma unánime que el uso masivo e indiscriminado de las armas se contradice con el objetivo básico de toda operación militar que es proteger a civiles contra violencia ilegal.
La Fiscalía Militar de Rusia cifra en 46 el número de civiles muertos en Katir-Yurt a raíz de los bombardeos del 4-6 de febrero de 2000, en pleno fragor de la segunda campaña militar en Chechenia. Alexander Cherkásov, de la ONG Memorial, estuvo en el lugar inmediatamente después de la tragedia y afirmó en declaraciones al diario Kommersant que “las víctimas fueron más de 150, según los vecinos locales”.
Rusia tiene un plazo de tres meses para recurrir el veredicto ante la Gran Cámara del Tribunal de Estrasburgo pero de momento se desconoce, si va a ejercitar ese derecho.
