El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió este miércoles sobre la imposición de recetas o ultimatos a Egipto desde fuera.
“Egipto es nuestro socio estratégico y un país clave en la región del Oriente Próximo”, destacó Lavrov al reunirse hoy con su homólogo lituano, Audronius Azubalis. “No es conveniente imponer algunas recetas desde fuera o presentar ultimatos (…) Son las fuerzas políticas dentro de Egipto las que deben pronunciarse”, agregó.´
Lavrov resaltó que Rusia desea ver en Egipto “una nación estable, próspera y democrática” y que los actuales problemas egipcios “requieren de urgente arreglo político”.
En Egipto se suceden desde el 25 de enero multitudinarias acciones de protesta cuyos protagonistas desafían el toque de queda y exigen reformas y dimisión inmediata de Hosni Mubarak, actual presidente octogenario que lleva casi tres décadas en el poder. Al menos 150 personas, según la prensa, murieron en enfrentamientos desde que empezó la revuelta popular.
Mubarak aseguró anoche que no buscará reválida en las elecciones presidenciales de septiembre próximo y prometió impulsar una radical reforma política en los meses que le quedan del mandato.
