La OTAN puede presentar la posible operación militar terrestre en Libia como protección de convoyes humanitarios, dijo hoy el embajador de Rusia ante la Alianza Atlántica, Dmitri Rogozin.
“Enredados cada vez más en la situación en Libia, algunos países occidentales comienzan a estudiar las posibilidades de iniciar una operación terrestre, que, creo, presentarán como protección de convoyes humanitarios en el contexto de la catástrofe humanitaria que se está desarrollando en el país. Pero esta catástrofe la originaron los bombardeos de las instalaciones civiles”, dijo Rogozin hoy durante una transmisión en directo desde Bruselas organizada por RIA Novosti.
El funcionario añadió que si la OTAN comienza la operación terrestre en Libia, “no la apoyará la opinión pública”.
Según Rogozin, “la población europea está harta con la guerra en Afganistán y sueña con que los militares regresen cuanto antes. Y sólo la circunspección política, la solidaridad atlántica en las élites europeas y la responsabilidad por las resoluciones de la OTAN respecto Afganistán prolonga la permanencia del contingente europeo en el país.”
Pero una nueva guerra en el mundo árabe puede provocar flujo de inmigración ilegal, y alguien tendrá que asumir la responsabilidad por ello”, dijo el embajador, al añadir que si la guerra en Libia “tiende a ampliarse”, provocará una crisis grave del sistema político europeo.
Las protestas masivas contra el régimen de Muamar Gadafi, más de 40 años en el poder, comenzaron en Libia a mediados de febrero de 2011 desembocándose en un conflicto armado entre las tropas gubernamentales y los rebeldes, que causó, según organismos internacionales, miles de muertos, aunque las autoridades libias lo desmienten.
El 17 de marzo de 2011 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1973 que estipula el bloqueo aéreo de Libia y autoriza una intervención militar extranjera.
La operación de la coalición internacional comenzó el 19 de marzo y el 31 de marzo la OTAN asumió el mando de la misión en Libia. Según la Alianza, la operación tiene como objetivo garantizar el embargo de arma, el bloqueo aéreo de Libia y proteger a la población civil.
