El caza MiG-31 siniestrado hoy en la zona rusa de los Urales explotó en el aire poco después del despegue, informó una fuente de los cuerpos de seguridad regionales; el Comité nacional de Investigación ya abrió un expediente penal a raíz de ese accidente que causó la muerte de ambos pilotos.
“El MiG-31 que desapareció de las pantalla de radares cuatro minutos después de despegar del aeródromo de Perm explotó en el aire”, afirmó la fuente.
Recordó que el caza era pilotado por un militar de vasta experiencia, jefe de escuadrilla con grado de teniente coronel. Tanto él como su copiloto murieron en la catástrofe.
Otra fuente de las estructuras de seguridad mencionó anteriormente “una falla técnica” como posible causa del siniestro. El caza cayó a 11 kilómetros del aeropuerto de Bolshoe Savino.
No es la primera catástrofe de un Mig-31 en el Territorio de Perm. Un caza interceptor del mismo modelo se estrelló en noviembre pasado a unos 60 Km al noreste de Bolshoe Savino pero ambos pilotos sobrevivieron en aquella ocasión tras catapultarse.
El MiG-31 es caza supersónico de largo alcance, todotiempo, diseñado para interceptar y derribar blancos aéreos a diversas alturas, de día o de noche, independientemente de las interferencias creadas por el enemigo.
El Comité nacional de Investigación anunció la apertura de un expediente penal a raíz del accidente, por presunta “infracción del reglamento de vuelos o de preparativos para los mismos”, delito tipificado en el artículo 351 del Código Penal. A cargo del sumario estarán los jueces instructores del departamento militar del Comité en la Guarnición de Perm.