Una fuerte nevada volvió a paralizar esta mañana el tráfico en Moscú. Los atascos de varios kilómetros obligaron a muchos conductores a optar por los servicios del transporte público.
El flujo de pasajeros en el Metro de Moscú, según esta empresa, aumentó un 30% en los últimos días. Mientras, en los transportes terrestres el crecimiento fue del 10-20%.
Y no es de sorprender, pues la espera de un autobús puede convertirse en un pasatiempo agradable, especialmente, para los moscovitas solteros, opinó el psicólogo Dmitri Seinov.
“Los hombres pueden aprovecharla para conocer a una chica guapa que hace la misma cola”, sugirió.
Al mismo tiempo, a los conductores que se aferran a sus vehículos pese al mal tiempo, que según los pronósticos empeorará en los próximos días, los especialistas aconsejan no dramatizar la situación.
“Tenemos que resignarnos a que es Rusia, un país donde las fuertes nevadas son recurrentes. Hay que tomarlo de una manera filosófica”, dijo el psicólogo Konstantín Oljovoi.
Si alguien llega tarde al trabajo por un atasco, la solución es aceptar la situación tal y como es, sin hacerse la mala sangre por algo que no podemos cambiar.
“Derrochamos energía en cosas que no podemos cambiar y finalmente pagamos un doble precio por ello: aparte de llegar tarde al trabajo y asumir las consecuencias, también desgastamos nuestro sistema nervioso”, advirtió.
El experto señaló que la mejor manera para los conductores capitalinos de ahorrar tiempo y disgustos este invierno es sustituir sus coches por el transporte público. Eso mismo aconsejan a los moscovitas las autoridades municipales y el alcalde Serguei Sobianin.
