Los legisladores rusos del Consejo de la Federación, Cámara Alta del Parlamento ruso, que deben votar la ley sobre la prohibición de las adopciones de niños rusos en EEUU, no temen la posibilidad de ser incluidos en la “Ley Magnitski”, según la vicepresidenta del Senado, Svetlana Orlova.
“Qué no nos infundan miedo, no somos temerosos. Votaremos acorde con la verdad y la conciencia. ¡Vamos a apoyar la ley!”, dijo Orlova a RIA Novosti.
El pasado 19 de diciembre, en represalia por la aprobación en el Congreso de EEUU de la “Ley Magnitski” que impone restricciones a funcionarios rusos supuestamente implicados en la muerte, en 2009, del abogado ruso Serguéi Magnitski, la Duma de Estado, Cámara baja del Parlamento ruso, aceptó la llamada "ley Dima Yákovlev" que prohíbe la adopción de niños rusos por padres estadounidenses.
La iniciativa, que también prevé el cese de las actividades de las organizaciones que gestionan las adopciones por estadounidenses, fue duramente criticada por varios ministros rusos, así como opositores y activistas de los derechos humanos.
Por su parte, una petición en la página de la Casa Blanca, que aboga por incluir en la "Ley Magnitski" los nombres de los diputados rusos que apoyaron la prohibición de las adopciones de niños por familias estadounidenses, reunió más de 26.000 firmas en 24 horas, una cantidad incluso mayor a la que se necesita para que la administración del presidente Barak Obama se pronuncie sobre el asunto.
Tras conocerse la noticia, desde Moscú advirtieron que la propuesta de castigar a los diputados rusos por ejercer su derecho a voto es una medida sin precedents en la historia del parlamentarismo y puede convertirse en la antesala de serias guerras diplomáticas entre Rusia y Washington.
Al mismo tiempo, según expertos rusos, el Departamento de Estado de EEUU no pondrá en peligro sus relaciones con Moscú para satisfacer la exigencia de los firmantes de la petición y causar asimismo el mayor daño a las relaciones bilaterales en los últimos 20 años.
Los parlamentarios rusos elaboraron la "ley Dima Yákovlev" en homenaje al niño ruso de dos años, que murió en EEUU después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en el coche bajo un sol abrasador.
Con su aprobación queda abrogado el convenio ruso-estadounidense de prohijamiento firmado en Washington el 13 de julio de 2011.
