El Comité de Investigaciones de Rusia confirmó que el helicóptero Mi-8 con tripulación rusa que cumplía misiones de la ONU en Sudán del Sur fue derribado por artillería antiaérea en diciembre de 2012.
"Los datos obtenidos confirman que el aparato fue derribado por un ataque de artillería antiaérea", señala el comunicado.
El helicóptero fue atacado a pesar de que llevaba distintivos de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS). Perdieron la vida los cuatro tripulantes, todos de ciudadanía rusa.
El embajador de Sudán del Sur en Moscú, Chol Deng Alak, comentó en aquel entonces que aviones sudaneses con falsos distintivos de la ONU ingresan frecuentemente en el espacio aéreo del país y que el helicóptero ruso fue confundido con una de aquellas naves.
La cancillería rusa pidió al Gobierno de Sudán del Sur investigar el incidente y castigar a los culpables "para evitar que se repitan sucesos similares en el futuro".
La investigación no ha terminado hasta hoy y los jueces instructores intentan identificar a los responsables de lo ocurrido.
En junio pasado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió a las autoridades sursudanesas "procesar inmediatamente" a los implicados en la muerte de los pilotos rusos.
