Más de 5.000 soldados reparan los daños de las crecidas sin precedentes en Lejano Oriente ruso desde mediados de agosto, declaró el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu.
“La operación abarca a más de 5.000 efectivos, unos 3.000 equipos técnicos, 24 aviones, 26 helicópteros y unas 40 lanchas”, señaló Shoigu.
Según el ministro, los militares evacuaron a más de 7.500 personas de las regiones inundadas y desplegaron campamentos y centros temporales de acogida y de distribución de alimentos.
A la vez, el ministro de Situaciones de Emergencia, Vladímir Puchkov, exigió en una reunión del grupo de trabajo de la comisión gubernamental que los habitantes de las regiones afectadas reciban asistencia concreta.
Los equipos de rescate continúan su trabajo. Según se comunica, el número de localidades inundadas, en su mayoría situadas en la región de Jabárovsk, se redujo de 127 a 118 en las últimas 24 horas.
Las crecidas afectaron 4.970 viviendas con 29.600 habitantes, 96 tramos de carreteras y 76 puentes.
Más de 15.000 personas han sido evacuadas, 4.360 de ellas, niños. Los 38 centros de acogida albergan actualmente a 2.030 personas, 646 de ellas, niños.
Mientras tanto, los servicios meteorológicos rusos anunciaron este martes que el río Amur alcanzará su punto más alto en la región de Jabárovsk entre el 6 y el 9 de septiembre y bajará solo dentro de un mes.
