México, 28 de agosto, RIA Novosti. El conocido periodista argentino Abel Basti, autor de varios libros sensacionales sobre la historia del nazismo, sostiene que Adolf Hitler y su esposa, Eva Braun, escaparon después de la II Guerra Mundial a Sudamérica y vivieron en Argentina durante muchos años.
En su última obra, ‘Hitler en la Argentina', que fue lanzada a la venta a finales de la semana pasada, Basti recoge los testimonios de algunas personas que supuestamente se habían encontrado con el dictador nazi en diversas localidades argentinas y hace referencia a un documento secreto del FBI que corrobora dicha versión.
Según el autor, Hitler, Eva Braun y varios nazis más - un total de siete personas, como máximo, llegaron en un submarino alemán entre julio y agosto de 1945 y desembarcaron en Caleta de los Loros, en la Patagonia argentina, tras lo cual la embarcación fue hundida junto con dos sumergibles más que la habían escoltado en la travesía.
‘Con un magnetómetro determinamos que tres sumergibles alemanes están a unos 30 metros de profundidad en esa zona, cubiertos por una capa de arena' - aseguró Basti, según el cual el hecho no se menciona en los archivos navales ni en los de Defensa. ‘Es una de las muchas pruebas que existen sobre desembarcos de submarinos nazis en Argentina' - dijo él.
De acuerdo con el periodista, Hitler y Eva Braun siguieron luego la ruta de otros jerarcas nazis - Martin Borman, Joseph Mengele y Adolf Eichmann - moviéndose por las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Mendoza y La Rioja. Se quedaron por mucho tiempo en Villa La Angostura, finca perteneciente a Jorge Antonio, empresario argentino vinculado a Juan Domingo Perón.
Basti menciona en su libro a la familia de Walter e Ida Eicchorn, los principales agentes financieros del régimen nazi en Sudamérica, y a Catalina Gamero, quien trabajaba de criada en su casa. ‘Me ha relatado que ella misma atendió en 1949 a Hitler, a quien llamaban 'el primo', en el hotel que tenía la familia - afirma Basti -. El Führer estuvo allí unos días y luego se trasladó a una casa cercana que los Eicchorn habían construido en el cerro Pan de Azúcar'.
También cita el testimonio de un informante del FBI - jardinero de los Eicchorn - según el cual se iniciaron después de mayor de 1945 preparativos muy intensos para recibir a Hitler.
El libro habla, asimismo, de un encuentro entre Hitler y Ante Pavelic, dictador croata fugado a Argentina.
Catalina Gamero sostiene que ‘el primo' siguió llamando a los Eicchorn hasta 1964, fecha en que murió Ida. El teléfono lo cogía siempre la criada, quien reconocía el peculiar acento del ‘primo'.
Hacia mediados de los años 60, de acuerdo con la versión de Basti, Hitler se trasladó a Paraguay, gobernado por Alfredo Stroessner quien había admirado siempre al líder del Tercer Reich.
