Moscú, 2 de diciembre, RIA Novosti. Los genes paternos pueden reducir casi en un tercio la esperanza de vida, según demuestra un estudio que científicos japoneses han realizado con ratones.
Tomohiro Kono y sus colegas de la Universidad Agrícola de Tokio, quienes suscriben un artículo en la revista Human Reproduction, hicieron un experimento con dos grupos de ratones: uno, integrado por 13 animales engendrados por la vía común y corriente; y el otro, compuesto por igual número de roedores que eran producto de una manipulación genética y sólo tenían genes de cromosomas femeninos.
El promedio de longevidad en este último grupo fue de 841,5 días frente a los 655,5 días en el grupo de referencia, ventaja que investigadores japoneses atribuyen a "la inactividad del gen Rasgrf1 en el organismo de ratones nacidos de dos madres". Se trata de un gen heredado por línea paterna y cuya función está relacionada con el desarrollo postembrionario.
Kono supone que el estudio revela en parte por qué la esperanza de vida entre mamíferos hembras es superior a la observada entre varones, y está a tono con las teorías que explican esta diferencia por diversas estrategias de reproducción. Los varones apuestan por el tamaño y la fuerza, lo que acorta su vida, mientras que las hembras se mantienen al margen de la lucha agresiva por la pareja, de modo que su organismo acumula recursos para cuidar a la descendencia.