Protestas en Siria contra las sanciones económicas impuestas al país por la Liga Árabe

Masivas protestas se desarrollan este lunes en Damasco y Alepo, las más grandes ciudades de Siria, contra la decisión tomada la víspera por la Liga Árabe (LA) de imponer sanciones económicas al país, comunicó el corresponsal de RIA Novosti.

Centenares de miles de personas llenaron las plazas centrales de estas dos urbes para protestar con la “decisión ilegítima de la Liga tomada en detrimento del interés del pueblo sirio”.

Muchos de los manifestantes llevan banderas nacionales sirias y retratos del presidente Bashar Asad. Expresan su apoyo a las “reformas cardinales” que se realizan bajo la dirección de Asad y se pronuncian por conservar la unidad del país y por dar “solución independiente” a sus problemas.

Las sanciones acordadas ayer por los cancilleres de la LA prevén interrumpir la comunicación aérea con Siria, suspender operaciones con el Banco Central y el Banco Comercial de Siria, congelar los activos financieros, proyectos de inversión y contratos comerciales firmados con el Gobierno sirio.

Según el primer ministro de Qatar, Hamad bin Jassem Al Thani, y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, las sanciones no buscan presionar al pueblo sirio sino a las autoridades.

Pero unos analistas suponen que se trata de un intento de meter cuña entre el régimen de Asad y la burguesía de las dos ciudades más grandes del país, Damasco y Alepo, de hacerle sentir a la burguesía que el apoyo a Asad afectará sus negociosos.

Las protestas antigubernamentales que comenzaron hace más de ocho meses en Siria, no se han extendido hasta ahora a Damasco y Alepo. 

Las conmociones estallaron en el sur del país, en Deraa, y luego se propagaron a otras regiones. La confrontación en los distritos limítrofes con el Líbano y Turquía adquiere un carácter cada vez más violento los últimos tiempos. Surgen choques entre diversas confesiones. A diario llega información sobre víctimas mortales entre los civiles y los militares.

Según datos de la ONU, más de 3.500 personas murieron en el país en los choques con las fuerzas de seguridad y la policía.
Las autoridades informan a su vez de más 1.500 muertos de ambos lados, incluidos más de 1.100 agentes de orden público.