Moscú, 27 de junio, RIA Novosti. El presidente Vladímir Putin se reunió el martes con embajadores y representantes permanentes de Rusia ante diversos organismos internacionales para esbozarles algunos problemas y tareas que, según él, tienen la máxima importancia en materia de política exterior.
El potencial conflictivo a escala global va en aumento y se habla ya de que el conflicto de civilizaciones, con la perspectiva de una confrontación prolongada, como en los tiempos de la Guerra Fría, es algo inevitable, observó Putin.
Rusia, al decir de Putin, no necesita confrontación alguna ni va a participar en ‘uniones sagradas' de algún tipo. ‘Apoyamos todas las iniciativas para impulsar el diálogo de civilizaciones' - declaró él, recordando que estos temas serán debatidos en la Cumbre Universal de Líderes Religiosos que tendrá lugar en Moscú en julio próximo.
No faltan actualmente quienes miran a Rusia desde una óptica de prejuicios antiguos, viendo una amenaza en su rápida recuperación económica y en su creciente protagonismo internacional, reconoció Putin. Se le reprocha a Moscú por sus ‘ambiciones neoimperiales' y hasta por ‘chantaje energético'. Según el presidente ruso, la política exterior de un país debería juzgarse a partir de los criterios universales y sobre la base del Derecho Internacional.
En particular, Putin manifestó su asombro de que la transición rusa a los criterios de mercado en el comercio de hidrocarburos con algunos países vecinos - ‘una decisión lógica y transparente', según él - hubiera provocado ‘una reacción de nerviosismo, a veces exaltada'. Las críticas que se vertieron contra Rusia en relación con este tema, cuyo carácter es estrictamente económico, eran politizadas, concluyó él.
Moscú no cuestiona el derecho de sus vecinos - otros países de la CEI - a actuar por cuenta propia en asuntos domésticos y externos pero también se reserva el derecho de escoger a los amigos, señaló el mandatario ruso.
En otro momento de su discurso, él advirtió que Rusia va defender sus intereses nacionales y los de sus ciudadanos contra la competencia desleal. Putin calificó de ‘absolutamente inaceptable para la Rusia contemporánea el principio de que no se le permite al buey lo que le está permitido a Júpiter'. Moscú no hace distinción entre socios y rivales; quiere cooperar y competir a un mismo tiempo, siempre y cuando haya reglas del juego únicas y equitativas, aseguró él. ‘Aquellos que compiten con nosotros en diversos mercados económicos son, a la vez, nuestros socios clave en la solución de los más relevantes problemas internacionales' - recordó el presidente ruso.
La cooperación entre Rusia y EE.UU. debe sustentarse exclusivamente en la igualdad de derechos y en el respeto mutuo, según Putin. La lucha conjunta contra el terrorismo y el esfuerzo conjunto en el arreglo de varios problemas clave a escala regional son una experiencia positiva que debería extenderse a la solución de otros objetivos pragmáticos. Putin sugirió a Washington superar el ‘virtual estancamiento en materia del desarme' y reanudar el diálogo sobre los temas más importantes, en particular, procediendo a las negociaciones para sustituir el tratado ruso-norteamericano de 1991 sobre los arsenales estratégicos ofensivos, válido hasta 2009, con otro documento nuevo.
En relación con el problema de Irán, el presidente ruso dejó claro que Moscú no apoyará fórmulas de ultimátum, pues ‘no hacen sino enconar la situación y son perjudiciales para la reputación del Consejo de Seguridad de la ONU'. El arreglo de una crisis no se consigue con la política del aislamiento sino a través del diálogo, señaló él.
Durante su intervención del martes, el presidente ruso indicó también otras tareas prioritarias en materia de política exterior, en particular:
Impulsar el diálogo con Alemania, Francia, Italia, España y otros países de la UE, ampliando contactos los económicos, científicos y culturales y eliminando las barreras que obstruyen la comunicación entre la gente;
Defender los principios universales en la solución de todos los conflictos regionales, independientemente de su geografía, sobre la base del Derecho Internacional y garantizando el respeto a los intereses de todos los pueblos implicados;
Asegurar que la cooperación entre Rusia y China siga desarrollándose, en ritmo y en contenido, en consonancia con la evolución dinámica de ambos países y con su nueva posición a escala regional y global;
Desempeñar un papel activo en el arreglo del conflicto en Oriente Próximo, tanto al nivel bilateral como dentro del Cuarteto de mediadores internacionales;
Incrementar el comercio bilateral y la cooperación con la India, incluido el sector de energía y el técnico militar;
Elevar a un nuevo nivel el trabajo con la diáspora rusa en otros países, por tratarse de un asunto que es prioritario para los intereses nacionales en plano económico y humanitario;
Generar un mecanismo de ayuda para los fines del desarrollo, acorde con la posición y los recursos de Rusia.
