Moscú, 11 de julio, RIA Novosti. Como ‘especulaciones' califica el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, los pronósticos de que habrá una ‘guerra fresca' entre Rusia y Occidente después de la cumbre del G-8 en San Petersburgo.
El canciller ruso denuncia la escalada de ‘ataques injustificados' contra Rusia a medida que se va acercando la reunión del Grupo de los Ocho y alude a que algunas personas no pueden habituarse a la idea de que Rusia ha recuperado su fuerza y es un factor a tener en cuenta nuevamente en la política global.
Al mismo tiempo, Lavrov manifiesta la confianza de que los políticos serios jamás han cuestionado la necesidad de fortalecer la unidad del G-8 para buscar respuestas colectivas a las amenazas y los retos de la época moderna.
‘Estoy convencido de que la cumbre aportará decisiones importantes en puntos clave de la agenda marcada por la presidencia rusa' - señala él en unas declaraciones a la revista Diplomat.