Tel Aviv/ Beirut, 8 de agosto, RIA Novosti. Desde que comenzaron las operaciones de combate en la frontera del Líbano, el Ejército de Israel y el movimiento Hezbollah sufrieron unas bajas más o menos iguales.
En 28 días perecieron 62 militares israelíes, dos siguen siendo prisioneros. Precisamente a causa de ese secuestro Israel comenzó a realizar operaciones de combate contra Hezbolah.
En Israel, en este período perecieron más de 30 personas pacíficas, y en el Líbano, más de un millar, unos 3 mil 500 quedaron heridas y más de un millón -o una cuarta parte de la población - se han convertido en refugiados en su propio país.
Según partes provenientes de Beirut, en los combates murieron más de 50 miembros de Hezbollah y 10 de otros grupos libaneses, incluido el movimiento chiíta Amal y el partido comunista del Líbano.
En el Ejército libanés perdieron la vida unos 30 soldados y oficiales.
O sea, cerca de un 90% de las pérdidas libanesas corresponden a las personas pacíficas, un tercio de los cuales son niños menores de 12 años.