Hacia 2007 será elaborada nueva doctrina militar de Rusia. La está elaborando a puerta cerrada una comisión de trabajo ad hoc, integrada por oficiales del Estado Mayor General y colaboradores del Consejo de Seguridad.
"Las doctrinas anteriores, aprobadas en 1993 y 2002, definían el concepto de seguridad militar de Rusia para el período de transición - manifestó una fuente en el Ministerio de Defensa de Rusia que prefirió escudarse en el anonimato-. Ahora estamos entrando en la época de una nueva ideología militar que debe definir con mucha precisión las principales amenazas militares para Rusia, determinar quiénes son nuestros aliados y enemigos y en qué situación. Sólo partiendo de estos criterios se puede preparar a la nación y a sus Fuerzas Armadas para rechazar una eventual agresión".
"Las deficiencias de la Doctrina Militar de 1993 tuvieron como consecuencias las calamidades de dos campañas en Chechenia y el desmoronamiento de las Fuerzas Armadas presentado como la reforma militar. La Doctrina de 2002 no especifica quiénes serían aliados de Rusia en diversas guerras ni contra quién estarían apuntadas estas alianzas militares. Pero su principal deficiencia estriba en que altera la primacía de la política sobre la estrategia militar y dedica muy poco espacio a la lucha contra el terrorismo.
El general mayor Yuri Kirshin, Doctor en Filosofía, opina que es sobre todo importante mencionar a aliados concretos de Rusia en diversas guerras. "Esto reviste tanto mayor importancia -dijo el experto-, porque en unas guerras Rusia puede actuar mancomunadamente con uno u otro Estado, mientras que en otras, este mismo Estado puede llegar a ser nuestro adversario". Lo dicho significa que Rusia puede, junto con EE.UU. y la OTAN, formar parte de una coalición militar en una guerra, digamos, contra el terrorismo internacional o un régimen dictatorial que amenace al mundo con el empleo de armas de destrucción masiva. Pero al mismo tiempo, EE.UU. y sus aliados otanianos pueden llegar a ser adversarios de Rusia en una guerra por reordenamiento global del mundo. Y para tales casos es preciso dejar bien claro con qué regímenes democráticos, autoritarios y hasta totalitarios Rusia formaría alianza. La doctrina militar debe poner por encima de todo los intereses nacionales de Rusia, compaginando el pragmatismo, la legalidad y la moral, opina el general Kirshin.
