La reunión en la cumbre de los Países No Alineados, que se celebra actualmente en La Habana, será un debut internacional del líder venezolano Hugo Chávez. Entre otros huéspedes que centran la atención general figuran los presidentes de Irán y Bielorrusia. Los participantes del foro hablan de la necesidad de movilizar a los países del "tercer mundo" sobre la base del antiamericanismo para formar un polo de influencia alternativo.
La geografía política y económica del mundo realmente cambia, y realmente se está formando un polo alternativo, pero es otro polo. Por ejemplo, ayer concluyó la reunión de los presidentes de Brasil y la RSA y el primer ministro de la India, en la que se trató el tema del surgimiento del eje "Sur - Sur", que pasa desde China y la India, a través de África del Sur, hacia América Latina.
Según estudios efectuados por el Instituto de América Latina de Academia de Ciencias de Rusia, de 1990 a 2003 el volumen del comercio de Brasil con China, la India, Corea del Sur y la RSA aumentó el 580%. Los Estados en cuestión son, en principio, superpotencias regionales, cuyos intereses políticos no entran en colisión (excepto, quizás, los de la India y China).
A finales del decenio pasado, en Rusia se habló mucho del triángulo Moscú - Nueva Delhi - Pekín (llamado "triángulo de Primakov"). Pero resultó ser una idea abortada, porque el triángulo en cuestión comprendía superpotencias regionales ubicadas en una misma región.
El Gobierno de Brasil está realizando la idea de acercamiento con unas potencias que se ubican en distintos continentes y no compiten entre sí. Son, en primer lugar, China, la India y Rusia, y en el segundo, RSA, Indonesia, Pakistán y México.
Rusia mantiene relaciones amistosas con los participantes más odiosos del foro de La Habana, pero no se apresura a ponerse en sus filas, porque su confrontación con Occidente ya ha alcanzado un grado demasiado alto. Pero a Rusia tampoco le será fácil encontrar su lugar entre los Estados del eje "Sur - Sur". Una de las causas del revés sufrido por el "triángulo de Primakov" consistió en que la India y China no estaban preparadas para crear un "contrapeso a EE UU". El eje "Sur - Sur" no se forma como una oposición a Occidente sino como un instrumento de eficaz cooperación con éste. Es una lógica en la que se inscribirían con dificultad las ambiciones geopolíticas de Rusia.
