Los gastos mundiales relacionados con la adquisición de armas y material de guerra baten el récord del período de "guerra fría", se dice en el informe hecho público por la Fundación Internacional Oxfam. Según datos de analistas, este año los recursos invertidos en la defensa alcanzarán una cifra sin precedentes: 1,059 billones de dólares US, siendo de notar que en 1988, en pleno apogeo de la "guerra fría", ellos no sobrepasaron 1,03 billones de dólares US. A EE UU y el Oriente Próximo recae el principal grueso de los gastos relacionados con el armamento.
En 2006 los gastos de EE UU destinados a cubrir las necesidades militares alcanzarán 561,8 mil millones de dólares contra 505,7 mil millones de dólares en 2005. A título de comparación: China invirtió en la defensa 67,5 mil millones de dólares; el Japón, 45,8 mil millones de dólares; Francia, 45 mil millones de dólares, la Gran Bretaña, 42,8 mil millones de dólares; Alemania, 35,1 mil millones de dólares, y Rusia 19 mil millones de dólares.
A los expertos les preocupan los Estados del Tercer Mundo. Resulta que los presupuestos militares crecen también en los países más menesterosos: Congo, Sudán, Ruanda, Botswana y Uganda. De 1985 a 2000 todos ellos han aumentado en el doble su presupuesto militar. En 2002-2003 lo hicieron Bangladesh, Nepal y Paquistán.
"La carrera armamentista en los países tercermundistas es lógica, estima Vadím Koziulin, catedráticdo de la Academia de Ciencias Militares.- Es respuesta a la política de algunos Estados, ante todo, de Estados Unidos que representan amenaza para los regímenes gobernantes de tal o cual país, respuesta a la comunidad mundial que intenta someter a su control el tráfico de armas.
A decir verdad, hay que reconocer que también se arman los países de primera división. El crecimiento de los presupuestos militares provocó boom en la industria de guerra. Las compañías norteamericanas que fabrican armas, aumentaron sus ventas en más del 60% (de 157 mil millones de dólares US en 2000 a 268 mil millones de dólares en 2004). Desde hace mucho el tráfico de armas es menos rentable que la venta de petróleo, gas y diamantes.
Rusia no está a la zaga de su competidor de siempre. Hace poco el vice-premier y ministro de Defensa, Serguei Ivanov, dijo que, según el programa de armamentos calculado para los años 2007-2015, Rusia gastará para estos fines 4 billones 939 mil millones de rublos (1 euro=34,01 rublos). Naturalmente, el rearme del Ejército promoverá al orden del día el problema de librarse de las armas y material bélico "sobrantes". Y aquí no cabe sentimentalismo.
