Moscú, 3 de octubre, RIA Novosti. Cuatro oficiales rusos detenidos en Georgia por supuestas actividades de espionaje, y dos militares más implicados en el mismo escándalo que tensó al máximo las relaciones entre Moscú y Tbilisi, pudieron regresar anoche a la capital rusa gracias a las gestiones de la OSCE cuyos representantes actuaron de intermediarios en el proceso de la entrega.
El ministro de Exteriores belga y actual presidente de la OSCE, Karel de Gucht, dijo sentirse satisfecho por la liberación de los militares rusos. Al mismo tiempo, reconoció que todavía falta mucho para bajar el volumen de la retórica hostil y restablecer la confianza entre Georgia y Rusia.
A su llegada al aeródromo de Chkalovsky, en las afueras de Moscú, los oficiales calificaron de provocación lo que les había pasado en Georgia.
‘El juez instructor hacía declaraciones antirrusas. En su carpeta vi un documento impreso en mayúsculas, en idioma ruso, que resultó ser una confesión redactada de antemano. No era más que una provocación' - contó el teniente coronel Dmitry Kazantsev, uno de los cuatro militares repatriados el lunes.
Otro oficial ruso, Alexander Savva, catalogó de ‘montaje' el vídeo que el Ministerio del Interior georgiano había presentado como presunta evidencia de su labor de espía. ‘La voz que aparece en esa grabación no es mía' - dijo él. Poco antes de la detención, cuenta Savva, se le había acercado en el aeropuerto un joven e intentado entregarle un paquete, para pasarlo a un fulano en Moscú. El militar ruso se negó. Después del arresto, las autoridades no le dejaron hablar con los familiares ni con el cónsul de Rusia. En cuanto al abogado, se le proporcionó solamente al segundo día.
El vicepresidente del Gobierno y titular de Defensa ruso Sergey Ivanov, quien se desplazó anoche al aeródromo de Chkalovsky para recibir a los cuatro oficiales, observó que no ‘no es la primera ni tampoco la última provocación' por parte de Georgia. Este vuelo procedente de Tbilisi podría sea el último en el presente año, señaló él.
El Gobierno ruso anunció el lunes la suspensión de las comunicaciones aéreas, ferroviarias, por carretera, marítimas y postales con Georgia. A partir del 3 de octubre no habrá trenes directos entre Moscú y Tbilisi, afirmó la red de ferrocarriles rusos RZhD. Dicha empresa dejará de importar también algunos componentes industriales que solía comprar en Georgia para la reparación de las locomotoras. El responsable del Servicio ruso de navegación aérea declaró oficialmente que la suspensión de los vuelos es resultado de la deuda acumulada por la contraparte georgiana.
Andrey Popov, jefe del Grupo de Tropas Rusas en Transcaucasia, admitió ayer que este contingente se mantendría en alerta el tiempo que fuese necesario aunque la retirada de las bases militares rusas desde Georgia continuaría de acuerdo al calendario previsto, tal y como había reiterado Vladímir Putin.
En su conversación telefónica con George W. Bush, el mandatario ruso advirtió ayer que ‘cualquier acción por parte de terceros países, que el Gobierno georgiano pudiera interpretar como apoyo a su política destructiva, resulta inadmisible y conlleva un peligro para la paz y la estabilidad regionales'.
