Nueves entidades federadas de Rusia van a celebrar el próximo día 8 las elecciones a las asambleas legislativas locales. En esta votación han de participar casi 14 millones de personas, o un 10% de todos los electores rusos, pero los expertos dudan que sea posible predecir a partir de esos resultados el desenlace de la campaña parlamentaria de 2007.
Primero, porque la futura votación a la Duma (Cámara baja del Parlamento nacional) se desarrollará por listas de partidos políticos, mientras que ahora se mantienen aún las circunscripciones uninominales en muchas regiones. Segundo, porque puede haber cambios sustanciales en el panorama político de Rusia: la formación de un sistema bipartidista avanza a ritmo acelerado pero el nuevo proyecto del centroizquierda, como alternativa al partido oficialista Rusia Unida, no ha tenido tiempo aún para integrarse en el cuadro electoral de octubre. Y, tercero: se hablado mucho últimamente de un tercer mandato para Vladímir Putin pero los ciudadanos parecen poco propensos a extrapolar hacia los diputados locales las expectativas que cifran en el jefe de Estado.
Alexander Ivanchenko, ex presidente de la Comisión Electoral Central de Rusia y, hoy en día, director del Instituto independiente para las elecciones, señala también que la votación del 8 de octubre no puede interpretarse como ‘comicios primarios' en pleno sentido de ese término, principalmente, porque mucho depende ahora de las herramientas administrativas. Son elecciones controladas manualmente, según él, una redistribución forzosa de los recursos entre diversos grupos oficialistas.
