Tallinn, 10 de enero, RIA Novosti. El parlamento de Estonia aprobó el proyecto de ley "De la protección de los entierros militares", el que, junto con otro proyecto de ley: "De la demolición de las edificaciones prohibidas", está llamado a crear una base legislativa para que los restos mortales de los soldados soviéticos que descansan en la fosa común cerca del monumento al Soldado Libertador, ubicado en la parte histórica de Tallinn, sean trasladados a otro lugar y el propio monumento, desmontado.
Ambos documentos fueron elaborados a iniciativa de las fracciones parlamentarias de los partidos de derecha: la Unión por la Patria, República, el partido reformista y el social-demócrata, y del primer ministro de Estonia, Andrus Ansip. Según éste último, los restos mortales de los soldados soviéticos se encuentran en un lugar absolutamente inapropiado y deben ser trasladados de allí. El momento en cuestión es "símbolo de la ocupación soviética de Estonia", afirma él.
Varias organizaciones políticas y sociales de la república protestaron contra la aprobación de esos proyectos de ley.
Exteriores de Rusia ha expresado indignación por los intentos de los legisladores estonios de aprobar unas leyes que estipulan desmontar los monumentos erigidos a los soldados soviéticos que liberaron del nazismo a la Humanidad.
"En Tallinn han de comprender qué consecuencias políticas puede tener ese sacrílego plan", se dice en la declaración de Exteriores de Rusia emitida con este motivo.
