EN IRAQ SE HA ENCONTRADO UN MOTIVO PARA DESATAR UNA GUERRA CONTRA IRÁN

Moscú, 13 de febrero, RIA Novosti. Ayer Teherán desmintió categóricamente la información sobre su complicidad en los suministros de armas a Iraq. Esta declaración del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Ali Hosseini, fue hecha después de que los norteamericanos por por primera vez presentaron en Bagdad muestras de armas iraníes ocupadas en Iraq.

La exhibición de "trofeos iraníes" efectuada el domingo pasado transcurrió en un ambiente  estrictamente secreto en al "zona verde" de Bagdad donde se encuentra el estado mayor del mando norteamericano, comunica el diario Kommersant. Entre las armas iraníes ocupadas se presentaron misiles tierra-aire Mishag-1, lanzagranadas, fragmentos de proyectiles de mortero  calibre 60 y  81 milímetros y cargas para morteros. A los reporteros se les mostró también fotos de cajas de dinamita con inscripciones en farsi, así como carnés de dos iraníes pertenecientes a una unidad élite Quds, detenidos en el Norte de Iraq durante una operación norteamericana realizada en al ciudad de Erbil.
Como plato fuerte de la "exposición" se presentó una carga cumulativa de nueva generación: una mina con explosivo de gran poder de destrucción rellena de bolitas de cobre capaces de perforar la coraza. Según reconocen los expertos norteamericanos, estos dispositivos resultaron un medio de lucha eficaz contra tanques norteamericanos Abrahams y todoterrenos blindados Hummer, que perforan en su coraza agujeros redondos. Según estima el mando norteamericano, el uso de estas minas se llevó las vidas de 170 de los 3400 soldados caídos en Iraq.
Según la versión de la parte norteamericana, las armas iraníes que se suministran a Iraq se utilizan para crear en este país un "caos controlado" (por Teherán). Washington califica como finalidad principal de la estrategia iraní de  "caos controlado" el empeño de Teherán en lograr que la administración Bush se atasque al máximo en Iraq. Washington está seguro de que son los terroristas al mando del líder chiíta antiamericano Moktada al-Sadr, que actúan en estrecho contacto con agentes iraníes, los más involucrados en el contrabando de armas  iraníes.
Según los cálculos realizados por la parte norteamericana, la exhibición de armas iraníes que los terroristas iraquíes emplean debe hacer a Bagdad distanciarse de Teherán  y acabar con la alianza iraní-iraquí, muy indeseable para EE.UU.
El congreso estadounidense acogió de manera disímil la exhibición de armas iraníes. "Yo lo acojo todo eso con bastante escepticismo, teniendo en cuenta la experiencia anterior de operaciones de esta clase" -,  expresó la opinión generalizada entre los demócratas Christopher Dodd, miembro del comité del Senado para los asuntos exteriores. Otro demócrata prestigioso John Kerry manifestó que, si bien la injerencia de Irán en los asuntos de Iraq no suscita dudas, es preciso ponerse de acuerdo con Irán en vez de entrar en enfrentamiento.
No obstante, en opinión de analistas, pese a la falta de apoyo necesario pro parte de los demócratas, los representantes de la administración Bush seguirán buscando un pretexto para agredir a Irán y están dispuestos a jugarse el todo por el todo. Un comentario de al redacción de la revista Newsweek hace constar que «en Iraq ya se está desplegando una guerra disimulada entre EE.UU. e Irán".