Bagdad, 30 de mayo, RIA Novosti. Los vecinos de Al Baya, uno de los barrios de Bagdad, conocen perfectamente a Abu Heidar, propietario de un taller de caligrafía quien se gana la vida con la encuadernación de libros y la confección de pancartas, anuncios y esquelas. Mucha gente ha recurrido ya a sus servicios; otros alientan la esperanza de no tener que hacerlo nunca porque, a día de hoy, las esquelas representan la mayor en la cartera de pedidos de Heidar.
"Durante el gobierno de Sadam Husein, mis colegas y yo hacíamos básicamente las pancartas para diversas manifestaciones, plebiscito y actos conmemorativos del partido Baas. Ahora nos contratan principalmente para hacer esquelas", contó Abu Heidar a RIA Novosti.
Un lienzo negro de 2-2,5 metros de largo, anunciando en letra caligráfica la defunción de una persona, con el nombre y el origen del fallecido, así como la fecha y el lugar de su entierro, es un atributo indispensable de la ceremonia fúnebre en Irak. Estas esquelas suelen colocarse en la calles, en el muro de algún edificio, en un cerco o, simplemente, entre dos árboles o postes.
Ahora que la violencia en Irak se cobra decenas o hasta centenares de víctimas diarias, la caligrafía se ha convertido en uno de los oficios más lucrativos.
"Tras la llegada de las tropas estadounidenses, empecé a ganar bien, sobre todo, en los últimos dos años", confesó Abu Heidar, quien cobra 12 dólares por cada esquela. El hombre hace cada día cuatro o cinco pedidos, de tres o cinco esquelas cada cual, pero a veces tiene que atender a 20 clientes o incluso más. Todo ello, a pesar de que en la parte céntrica de Al Baya, que es donde se encuentra su taller, trabajan otros tres o cuatro calígrafos, que están igual de ocupados.
"A veces tengo la impresión de que llegará un día en que no quede nadie en Irak. Me imagino un cuadro estremecedor, eso de salir a la calle y no ver a nadie, porque todo el mundo ha muerto ya", dijo Heidar. Cuando uno pinta todos los días los nombres de personas muertas a causa de explosiones, discordia interconfesional o bandolerismo, le vienen a la mente semejantes ideas, intentó justificarse él.
"Hoy en día, poca gente muere de muerte natural en Irak", agregó el calígrafo.
