Mañana, en Dushambé, escenario de la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), se espera un acontecimiento sensacional: suscripción del Protocolo de interacción entre la OTSC y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Expertos ya vaticinan la creación de un importante bloque político-militar que lanzaría un reto a la Alianza Atlántica no sólo en Asia Central sino en todo el continente eurasiático.
"Las estructuras de ambas organizaciones son muy similares -destaca Dosym Satpaev, director del Grupo de Apreciación de Riesgos (Kazajstán)-, mientras muchos miembros de la OTSC están afiliados también a la OCS". La OTSC está integrada por Armenia, Bielorrusia, Rusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán; la OCS, por Rusia, China, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Se trata del primer documento que oficializa las relaciones entre ambas organizaciones. El protocolo estipula cooperar en el área de seguridad, la lucha contra el narcotráfico, el extremismo político y religioso, así como en el arreglo postconflicto en Afganistán.
Analistas rusos destacan que, en caso de ser firmado el Protocolo, China pasará a ser partenaire estratégico de Armenia y de Bielorrusia; en Eurasia surgirá un nuevo eje geopolítico Minsk - Moscú - Pekín; el nuevo bloque será un poderoso contrapeso a la OTAN y a la GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán, Moldavia). No se descarta que al bloque ruso-chino se adhiera también Turkmenistán.
"Yo no sobreestimaría el papel de China en la cooperación político-militar con Rusia", acotó Alexei Malashenko, experto del moscovita Centro Carnegie-. China necesita la OCS ante todo como instrumento económico. Chipa aplica una política multivectorial, invierte sumas colosales en la economía norteamericana. Las autoridades de Pekín en reiteradas ocasiones aseguraron no aspirar a ninguna confrontación. Al propio tiempo, los chinos van renunciando paulatinamente a las tecnologías militares rusas y desplazando a Rusia de Asia Central".
Piotr Kozma, experto del Centro Economía Abierta, opina: "De un lado, para China la OCS realmente es un instrumento de expansión económica en Asia Central, y Pekín se distancia de proyectos militares de envergadura, haciendo hincapié en la lucha contra el terrorismo. Pero de otro, los ejercicios conjuntos de la OCS y la OTSC irán cobrando envergadura cada vez más amplia hasta que desaparezca la diferencia entre la lucha antiterrorista y la cooperación militar a gran escala".
"China está cavando canales que en todo momento se puede llenar de agua. Asia Central está superando el desafío lanzado por los capitales norteamericano y europeo. Rusia se hace con un contrapeso a la OTAN. Desde luego que entre China y Rusia hay contradicciones, pero ¿acaso no las hay en el seno de la OTAN, digamos entre Turquía y Grecia?", inquiere Kozma.
